Leyre López de la Paz

Fue precisamente un viaje el que cambió la perspectiva sobre mi camino profesional. Después de licenciarme en comunicación audiovisual y fotografía, en el 2003 emprendí un viaje que me haría cuestionarme sobre el uso que quería hacer de la imagen y de mi expresión creativa. Durante esos años exploré rutas que me llevarían en el futuro a decidir poner mi creatividad al servicio de la consciencia.

En Suiza estudié 3 años medicina china y acupuntura con sonido y con el ingeniero de sonido francés Rene Gueracague medicina cuántica del sonido. Durante un tiempo me dediqué a hacer terapia con estas herramientas.

Decidí después investigar, de la mano de Carmen Enguita el mundo de la polaridad, temas que serían la semilla de futuros proyectos artísticos en los que utilicé la performance colaborativa como una manera creativa de compartir conocimiento trascendiendo los escenarios terapéuticos. La relación entre la polaridad masculina y femenina ha sido y es un hilo conductor en mi narrativa creativa.

Mi formación y práctica en la energética del espacio a través del Feng Shui me llevó a comprender el significado simbólico del espacio y la relación íntima que existe entre lo interno y externo, convirtiéndose en una herramienta que he aplicado en contextos terapéuticos y creativos.

Con Carmen Domínguez me he formado durante 3 años en constelaciones familiares sistémicas, integrando la importancia vital de esta herramienta para acceder a las programaciones del inconsciente. Las constelaciones sistémicas son la base terapéutica de las sesiones de “El Viaje”.

Tras un viaje de años de exploración hacia el Ser, decidí retomar mi trabajo con fotografía y video. Este viaje interno inspiró definitivamente mi manera de ver, retratar y acercarme a los proyectos de mis clientes.

En 2013 emprendí un proyecto creativo: “2000 years from East to West” que me llevó a destilar una herida propia a través del viaje, la fotografía y el acto simbólico mientras viajaba por tres continentes. La primera etapa de este camino me llevó 8 años y su proceso creativo continúa a la par de mi vida.

Sin saberlo, este proyecto sería la semilla de los acompañamientos de “El Viaje” que hoy realizo, donde revierto lo más original de mí. En ellos se reúnen mis tres grandes pasiones: la consciencia, la creatividad y el viaje.